Ubicada en el número 19 de la calle El Carmen, adyacente a la iglesia, se encuentra una casona construida probablemente a finales del siglo XVII. Esta edificación servía como residencia del administrador de una extensa hacienda perteneciente al Convento de Carmelitas Calzados de Madrid, situada en el pueblo. La propiedad no solo incluía la vivienda principal, sino también un oratorio, una bodega, una cueva, un lagar, y diversas dependencias destinadas al almacenamiento de herramientas agrícolas. En aquel entonces, los carmelitas poseían 357 fanegas de tierra, la mayoría en La Rinconada, además de 370 cabezas de ganado ovino.
Durante la Guerra de Independencia, la casona fue abandonada por los carmelitas. Posteriormente, en 1836, en el contexto de la desamortización impulsada por Mendizábal, la propiedad fue adquirida por particulares. Los nuevos propietarios no solo rehabilitaron la estructura, sino que también restauraron el escudo de la Orden carmelita que adornaba la fachada, preservando así un importante vestigio de su histórica herencia.