Los mercados ambulantes en España,
con una historia arraigada en la tradición mediterránea, siguen siendo fundamentales en la cultura de compra del país, resistiendo la influencia de la publicidad y las grandes superficies. Estos mercados son especialmente significativos en localidades menores, donde constituyen un aspecto esencial de la vida comunitaria.
En Las Ventas de Retamosa, la tradición perdura todas las mañanas de los viernes en la Plaza de la Villa, convirtiendo el mercado en un centro vital para el municipio. Allí, comerciantes ofrecen una diversidad de productos, desde alimentos hasta textiles, impulsando la economía local y fomentando la interacción social. La continuidad de estos mercados refleja su valor no solo económico, sino también cultural y social, subrayando su papel en el patrimonio y la identidad locales.