La ruta comienza en el humedal conocido como “La Laguna”, un lugar que ha servido de descanso para pastores y viajeros durante siglos. Aquí puedes observar aves y plantas típicas de la zona. Hay una zona de merenderos disponible para quienes deseen hacer una pausa, con papeleras para conservar la limpieza del lugar.
Avanzando por la Cañada Real, se abre el paisaje de las sierras de Gredos y Guadarrama. Desde el cerro de Buenavista, se pueden ver las siluetas de las torres de Madrid. Este tramo del camino conecta al visitante con la historia y el paisaje que ha definido Las Ventas de Retamosa.
El camino continúa hasta la casa del Tío Cándido, situada a unos 1500 metros de la Cañada.
Cándido Salvador Álvarez, quien fue alcalde y figura destacada en la comunidad, vivió aquí después de la pérdida de su hija en 1931. La historia de la casa y de Cándido está recogida en detalle en el libro “Las Ventas de Retamosa. Historia y tradiciones”.
La casa está ubicada cerca del arroyo de Los Fontarrones, en una zona conocida como el Prado.
Es un lugar que invita a la reflexión sobre el pasado y la identidad del municipio.